Opinión

Hamburguesas

Los franceses que han marcado el rumbo en tantas cosas y que son muy protectores de lo suyo acaban de aprobar una legislación para que las hamburguesas veganas no se puedan llamar hamburguesas, ni para que el queso vegano se pueda llamar queso, y mucho menos una gloria nacional como el camembert. Y es que lo que no puede ser, no puede ser. Porque una hamburguesa vegana será vegana pero no es una hamburguesa, porque la forma no hace al contenido, y aunque los promotores de la vida saludable quieran aprovecharse de unas denominaciones comunes ya muy bien asentadas en el mercado tendrán que innovar también en el lenguaje. No lo tendrán fácil los franceses, pero tampoco nadie predijo las consecuencias de la Revolución Francesa ni del Mayo del 68, porque tendrán que luchar contra los arietes del imperio de las hamburguesas que han comenzado a elaborar su proyecto estrella en versión vegetal.

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