Opinión

Indefensión

Ya ocurrió con la víctima de “la manada” de los sanfermines, que se desveló su identidad pese a estar expresamente prohibido por la instrucción judicial. Se trata de un mecanismo de la defensa de los acusados, no de sus letrados que saben lo que se juegan, sino de su entorno para desprestigiar a la víctima desvelando datos de su vida privada y de sus actividades posteriores al delito que ha sufrido, como si debiera estar condenada a no salir de su casa. La historia se ha vuelto a reproducir casi milimétricamente, pero ahora ha sido la madre del futbolista Dani Alves quien ha desvelado la identidad de la víctima de su presunta violación apenas unas semanas antes de que el futbolista se siente en el banquillo para enfrentarse, como mínimo, a nueve años de cárcel que pide la fiscalía. La madre de Dani Alves y los medios que se hayan hecho eco de la identidad de la joven se exponen a nuevas denuncias y son hechos que se merecen también una persecución y condena ejemplar porque la víctima vuelve a ser vulnerable y queda nuevamente indefensa, siendo revictimizada quien ya sufrió una agresión. El derecho a la defensa no incluye denigrar a la víctima y luego ponerse dignos confiando en que la acción de la justicia libere al victimario.

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