En algún momento del proceso evolutivo, dando por sentado que el hombre procede del mono, cómo dijo Darwin y ha quedado más que demostrado científicamente, salvo para los creacionistas, la raza humana perdió alguna de las habilidades de sus predecesores. Antropólogos de EEUU y Japón han demostrado en un experimento con grandes simios que estos tienen la capacidad de leer la mente, algo que se creía reservado para la especie humana. Pero los hombres hemos debido perder la capacidad de hacerlo en un proceso involutivo. Solo así se entiende que nos dejemos engañar tan fácilmente por unos pocos con promesas electorales y que hayamos tratado de recuperar esa pérdida inventando un mecanismo tan inútil como los sondeos electorales.
