Opinión

Jornada

No hay nada claro porque no existen estudios científicos confluyentes ni a favor ni en contra sobre los efectos pedagógicos de la jornada continua o la jornada partida para los alumnos, una cuestión en la que se mezcla otro tipo de asuntos como la conciliación familiar, qué hacer con los hijos durante el tiempo que no están en el colegio y quien se hace cargo de ellos. La tendencia en los países de nuestro entorno es ir hacia la jornada partida porque resulta más coherente con la capacidad de aprender de los niños, a los que no se les puede someter a unas jornadas lectivas que se parecen cada vez más a las jornadas laborales de sus padres. Los profesores dicen que no les corresponde a ellos facilitar la conciliación familiar de los padres, pero sí la evolución de los estudiantes, porque una mayor estancia en el colegio tiene efectos benéficos para los chavales. Compaginar pedagogía, necesidades familiares y derechos de los docentes no es fácil, aunque si hay que elegir, la decisión tendría que estar clara.

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