Opinión

Lo peor

En efecto, hay que prepararse para lo peor porque si los científicos hacen un descubrimiento que bordea los límites éticos, primero lo realizarán como prueba, sufrirán las reconvenciones pertinentes, volverán a sus laboratorios de invierno y reaparecerán al cabo de un tiempo con un nuevo experimento. Es lo que está ocurriendo con la Inteligencia Artificial y el despido y readmisión de Sam Altman al frente de OpenAI cuyos trabajadores han alertado en una carta que se han desarrollado modelos que pueden poner en riesgo el porvenir de la humanidad, entre los que podría encontrase el denominado proyecto Q* (Q-Star) que ha desarrollado una AI que puede generalizar, comprender y aprender que va camino de ser una superinteligencia que supera la humana. El riesgo es evidente y las advertencias sobre los riesgos de la AI son cada vez más inquietantes, aunque tenga aspectos positivos. Claro que los humanos de inteligencia vamos cortitos como demuestran guerras, desigualdades y cambio climático.

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