Opinión

Los amigos

Poco de lo que se sabe de cómo ha vivido el rey emérito Juan Carlos I los días previos a su marcha de España se conoce por declaraciones de sus amigos, que han contado algunas de las confidencias realizadas en sus momentos de tribulación. En ellas hay de distintos tipos, desde las de rebeldía como cuando afirma, según uno de ellos: “No me voy, me echan”, a las que tienen que ver con su preocupación sobre cómo le juzgará, sino la historia, al menos aquellos compatriotas que no vivieron sus momentos de máximo esplendor: “Los menores de 40 años me recordarán por ser el de Corinna, el elefante y el maletín”, ha contado a otro, él, que recibió el Premio Carlomagno, el mayor reconocimiento europeo a una personalidad política, que refrendó galones la noche del 23-F, y que se ganó el afecto de una ciudadanía dispuesta a perdonar los líos de faldas pero menos proclive a pasar por alto presuntas corruptelas económicas. Otros amigos afirman que habría dicho que “a lo mejor vuelve en septiembre”. Quizá lo haga llamado por la justicia. 

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