Opinión

Lujo absoluto

En el mundo cada vez hay más ricos que se compran relojes de precios astronómicos y que lucen conduciendo un Rolls Royce, la marca de coches que es el símbolo del lujo absoluto según el mandamás de la compañía. Pero lo mismo que hay coches de ricios de muchas clases también hay muchos tipos de ricos. Antes, por ejemplo, el 80 por ciento de los Rolls eran conducidos por un chófer, y ahora a sus propietarios les gusta conducirlos ellos mismos. Uno no se compra un coche de esos para que lo maneje otro, deben pensar. Eso está en consonancia también con que los comparadores de un Rolls son cada vez más jóvenes con una media de 42 años, que están dispuestos a gastarse medio millón de euros en adquirir el coche y que se lo monten a medida de sus caprichos. La casa tiene uno de sus principales mercados en Oriente Medio donde los petrodólares siguen siendo moneda corriente. Ya se sabe: en el mundo del lujo absoluto no hay crisis ni se la espera.

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