Los cohetes Apolo con los que la NASA envió los primeros hombres a la luna contaban con menos tecnología que cualquier smartphone de la actualidad, lo que da idea de la gesta y del riesgo y de las dificultades que tuvieron que superar los astronautas del Apollo XIII para que pudieran hacer llegar a Houston su preocupación porque tenían un problema y volver a casa sanos y salvos. La cosa no ha mejorado para la exploración lunar porque la realidad no ha logrado superar a la ficción, si se tiene en cuenta que la misión Chandrayaan-3 con la que la India ha logrado llevar un objeto espacial al polo sur de la Luna tuvo un presupuesto de menos de unos 70 millones de euros, un coste bastante inferior a la película Interestellar, del director Christopher Nolan, que contó con un presupuesto de 165 millones de euros y recaudó más de 700, lo que supone que ha tenido un retorno de cuatro veces más de lo invertido en su realización. Los científicos indios no tienen nada claro que puedan obtener una rentabilidad económica ni parecida, al menos por el momento.
