Existen reconocimientos que tardan en llegar y es una injusticia; y hay reconocimientos que se tenían que haber retirado hace mucho tiempo y que también se han convertido en una injusticia. El Gobierno ha decidido desposeer al general dictador chileno, Augusto Pinochet, de la Gran Cruz del Mérito Militar que le concedió el régimen franquista en 1975. Sus méritos eran dos, haber dado el golpe de Estado que acabó con la democracia en Chile, en su primera asonada desde su independencia, y ser el único jefe de Estado que acudió al entierro de Franco. Pinochet también tuvo el escaso mérito militar de ser un traidor a su juramento de fidelidad a la Constitución chilena y al presidente que le había nombrado jefe de los Ejércitos unos meses antes. Como en otras ocasiones la cuestión no es por qué le retiran la medalla ahora, sino porque un régimen democrático como el español salido de una dictadura ha tardado tanto tiempo en hacerlo.
