El ejemplo no es aplicable a grandes obras, pero si a pequeños apaños para resolver necesidades ciudadanas a corto plazo. En un pueblo de Brasil los vecinos han construido un puente sobre un arroyo por un precio 54 veces más barato que el presupuestado por el ayuntamiento. De acuerdo que no es un dechado de diseño, pero cumple la función de acortar en dos kilómetros la distancia con un centro de salud. Si el ayuntamiento llevaba 20 años dando largas, mejor todavía. Los vecinos han puesto el dinero y la mano de obra. Es esperable que el ayuntamiento corra con los gastos después del ahorro. Y sin mordidas. No sería mala idea incluir a las asociaciones de vecinos como pujadores en las subastas de determinadas obras. Seguro que habría menos sobrecostes y se harían más rápido.
