Opinión

Morir dignamente

Tras nacer dignamente, de que los niños vean la luz entre cuidados que garantizan su superviviencia –hablamos de España, claro-, se trata de que, después de pasar por “esta vida trabajada” que como los ríos va a dar a la mar “que es el morir”, el tránsito se haga en las mejores condiciones de dignidad posible. La denuncia de la reina Letizia acerca de que la mitad de los enfermos de cáncer carecen de cuidados paliativos en “este trago” tendría que ser un aldabonazo para corregir esta situación que depende de la suerte que tenga el enfermo en función de su lugar de residencia. Y una vida/muerte digna no puede depender de un factor tan aleatorio. Ya cansa tener que repetir lo evidente y que haya tantos oídos sordos.

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