Opinión

Plagio

La moral pública alemana no vive los mejores momentos, porque se descubren casos de engaños a sus ciudadanos. Y como les han pillado no les queda más remedio que asumir responsabilidades. Además del “dieselgate” que deja la marca Alemania por los suelos, se constata que el puesto de ministro de Defensa es uno de los de más alto riesgo, no por el zumbido de las balas sino por las emboscadas del portal Vroniplag, especializado en comprobar si las tesis doctorales de  los cargos públicos son originales o han tomado ‘prestadas’ demasiados cosas de otras. La actual ministra de Defensa, Ursula von der Leyen, a quien le gustaría poder sustituir a Angela Merkel puede seguir el camino de uno de sus predecesores en el cargo que tuvo que dimitir por copión.

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