Opinión

Preguntas

La capacidad del presidente del CIS, José Félix Tezanos para meterse en charcos comienza a ser proverbial. Más allá de que sus predicciones electorales sean acertadas, en unos casos más que en otros, que trabaje a favor de obra, cada mes le caen críticas cuando se publica el barómetro del CIS, porque algunas preguntas de la encuesta son directamente una invitación a la polémica. Jugar con la libertad de información como ha hecho en esta ocasión al proponer elegir entre controlarla o restringirla, o que solo haya información oficial para combatir los bulos que se están lanzando -muchos-, respecto al coronavirus y la labor del Gobierno en la crisis sanitaria, es una provocación. Pero inferir de la pregunta que se está planteando implantar la censura previa es un desideratum al que no puede aspirar ni la mente más perversa de Unidas Podemos, pese a que la mayoría de los encuestados está en contra de que se les intente engañar. La torpeza de Tezanos -¿o es una estrategia de distracción?- no puede ser tanta ni tan evidente, aunque haya medios de comunicación que con solo leerlos se acabe con los síntomas del coronavirus y al borde de la muerte por causa de un Gobierno que, a su juicio, no acierta ni cuando rectifica. 

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