Opinión

Rectificación

La decisión de Barak Obama de suspender la multitudinaria fiesta por su sexagésimo aniversario es más probable que esté relacionada con su convicción de que era una temeridad convocar a medio millar de personas, muchas de ellas con un a amplía vida social dadas sus profesiones, que con las crítica que haya podido recibir por parte de los dirigentes republicanos que significaban su hipocresía y la contradicción que suponía que, después de criticar los mítines de Donald Trump en los que las mascarillas brillaban y brillan por su ausencia, decidiera organizar un acto multitudinario. Sin duda era un mal ejemplo que decidiera celebrar el fiestón, aunque se impusieran medidas de seguridad agravadas para evitar los contagios por covid-19. Valga la rectificación de Obama para que quienes le han criticado tomen nota, cambien de rumbo y hagan campaña por la vacunación masiva de los estadounidenses remisos por la influencia de los mensajes negacionistas de los líderes republicanos.

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