No es nada fácil ser un moderador de un debate electoral, porque siempre habrá quien diga que se podría hacer mejor, cortar menos, ordenar más. Un debate es un acto reivindicativo y los líderes independentistas catalanes no atendieron la petición de hablar en castellano y realizaron todas sus intervenciones en catalán. Tiene la lógica reivindicativa del idioma, aunque con ello mostraran su voluntad de dejar al margen a media Cataluña y a los pocos que siguieron el debate en el canal “24 horas”. Síntoma también del hartazgo generalizado con el “procés”. El moderador Xabier Fortes también tuvo su momento reivindicativo. Cuando Salvador Illa ironizó sobre el origen catalán de Cervantes, Santa Teresa de Jesús o Colón -según el Institut Nova História-, el periodista paró el debate un segundo para señalar la equivocación, puesto que también hay estudios recientes que afirman que “Colón es de Pontevedra”. Los candidatos catalanes no replicaron. Una lástima porque el tema habría dado más de sí que los subterfugios verbales que los llamados a pactar realizaron para no desvelar lo que se verán obligados a hacer.
