Un reciente estudio del MIT demuestra que los trabajadores preferirían ser mandados por un robot y que fueran estos quienes lideraran los proyectos. No es de extrañar. Recuerden que los ordenadores ya ganan a los mejores jugadores del mundo de ajedrez y que son capaces de analizar millones de posibilidades para elegir la mejor en un segundo. Unjefe no. La mayor parte de los jefes se dejan llevar por las filias hacia los pelotas y las fobias hacia quien sue- le contradecir sus decisiones erróneas. Además están las tres leyes de la robótica para garantizar que el robot no va a causar ningún mal a un humano, mientras que muchos jefes son expertos en causar daño moral injustificadamente.
