Tantos asesores, tantos comités, tantos equipos, tantos thin tank para preparar la estrategia de un partido y unas declaraciones extemporáneas acaban con meses de trabajo. A veces quien comete el error es el propio jefe del asunto que es quien más cuidado debiera poner para no meter la pata y sobre todo para no pegarse un tiro en el pie. Porque fue el propio líder del PP, Pablo Casado quien puso sobre el tapete la posibilidad de que el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, compitiera por la presidencia de la organización regional del partido frente a Isabel Díaz Ayuso, la lideresa madrileña que causa un cierto temor en Génova de lo crecida que está desde su triunfo en las elecciones del 4-M. La consecuencia del debate sobre quien liderará el PP madrileño, con la claque que le ha salido a Díaz Ayuso y la mención a “los niñatos” de la dirección está dejando tocada la Convención Nacional que van a celebrar en el mes de octubre. El debate ideológico está quedando opacado por el debate sobre Díaz Ayuso.
