Los afectados por una ley que consideran que les perjudica tienen la posibilidad de buscar abogados que se encarguen de buscar los recovecos que conviertan la ley en papel mojado. Que la vivienda es uno de los principales problemas de los jóvenes que quieren independizarse es ya un lugar común; que los inquilinos temen el momento de la renovación de sus contratos porque se encuentran expuestos a subidas desmesuradas es otro; que el sector del alquiler de casa aplica la ley de la selva es más que sabido. La ley de Vivienda quería poner coto a las subidas del alquiler desmesuradas. Pero los propietarios han encontrado el resquicio para no aplicarla. Así, proliferan los alquileres por meses o por menos de un año para poder subir los precios del alquiler cada vez que se renueva el contrato, en lugar de aplicar el dos o el tres por ciento que establece la ley. Es decir, los caseros siempre ganan y sus artimañas demuestran la necesidad de una ley que de verdad limite los alquileres.
