Una de las acepciones de atómico hace referencia a lo “que emplea la energía atómica. Arma atómica”. Atómico en un uso vulgar es el que va desatado, acelerado. Y en ambos sentidos el presidente de Estados Unidos va atómico. Donald Trump ha afirmado que acabaría con la guerra de Afganistan en una semana, pero llevándose por delante a diez millones de personas. Algo así solo se puede lograr utilizando el arma atómica, varias bombas nucleares que harían desparecer a casi toda su población de la faz de la tierra y dejaría en su lugar un socavón que ocuparía todo el país. Trump no es nada sutil y amenaza a un país sin capacidad de reacción y que no puede responder con la destrucción mutua asegurada que era el código fundamental por el que se regía la guerra fría. Trump actúa como un "cowboy" fuerte con los débiles que aunque va a ser el segundo presidente que deberá admitir que ha perdido una guerra porque tras diecinueve años de invasión está preparando la retirada de sus tropas como previamente hicieron ingleses y soviéticos, dejando el país en manos de los talibanes.
