La búsqueda de la fuente de la eterna juventud, o de un elixir que lo consiga, es una constante en la vida de alquimistas y aventureros, y ahora de médicos, biólogos y científicos de toda condición, que buscan fórmulas para retrasar el envejecimiento y cumplir muchos años con buena salud y con la cabeza rigiendo. Comer poco, beber nada, lo mismo que fumar, comer verde… Según el chiste, así se viven muchos años, pero se hacen muy largos y aburridos. El multimillonario Bryan Johnson que lo es desde que vendió Pay Pal, se cayó del caballo después de una temporada de vidorra de excesos, y a todas esas recomendaciones médicas añade transfusiones de plasma de la sangre de su hijo de 17 años, la ingesta de un centenar de pastillas, despertarse a las 4:30 y no comer a partir de las once de la mañana y el sexo programado. A cualquiera le dicen que va a ser millonario para llevar esa vida y prefiere las tertulias y las juergas amistosas. Todo para que el hombre, de 45 años parezca que tiene siete u ocho menos, lo mismo que algunos conocidos de cada cual que se conservan estupendamente sin hacer tonterías que no están demostradas científicamente. Y por si tiene dudas, hay dudas, que siga a la escritora Clara Sánchez, flamante académica, para quien leer “es una máquina contra el envejecimiento”.
