Opinión

Vidas paralelas

Los marxistas rama Groucho tienen unos principios, pero si no le gustan a la concurrencia o a ellos mismos, los cambian. Se justifica que, con el tiempo, los valores de una persona, o mejor las convicciones políticas de una persona, cambien, y en ese sentido el actor Toni Cantó y el periodista Juan Carlos Girauta se han dedicado a recorrer todo el espectro político para acabar en un extremo. Cantó comenzó en Vecinos por Torrelodones, pasó a UPyD, luego a Ciudadanos, la presidenta madrileña del PP, Díaz Ayuso, le montó un chiringuito y acabó sus días políticos en una televisión que puede definir quien la vea. Juan Carlos Girauta, comenzó en el PSC, pasó al PP porque no le gustaba la deriva nacionalista de los socialistas catalanes, fue uno de los dirigentes más importantes de Ciudadanos en la época de Albert Rivera y ahora irá como número tres en la lista europea de Vox. En este caso las vidas de Cantó y Girauta desafían la geometría y confluyen en un punto situado en la ultraderecha. 

Te puede interesar