Que hablen de ti aunque sea mal y cuanto peor mejor son dos expresiones que se pueden aplicar al último rasgo de ingenio de la presidenta de la Asamblea Nacional Catalana, Elizanda Paluzie, quien considera que los disturbios protagonizados por independentistas violentos facilitan la visibilidad del conflicto en el extranjero. Sin embargo, su apreciación se puede volver como un boomerang contra sus intereses, Quienes desde el extranjero ven en la televisión los disturbios que se han producido en Barcelona y otras ciudades y carreteras catalanas ven una violencia desaforada en unos manifestantes que acosan a la policía y queman contenedores, que desmienten su intención de hacerse ver como “la revolución de las sonrisas”. En una Europa en la que predominan los gobiernos conservadores, que obviamente están apoyados por votantes conservadores, las escenas violentas no despiertan simpatías hacia los independentistas catalanes sino más bien repulsa.
