Opinión

Y todo empezó en O Carballiño

Qué pasaría en el vestuario de Espiñedo? Lo cierto es que lo cambió todo. Imanol Idiakez ha tenido más vidas que un gato, pero los que saben del tema aseguran que aquella tarde del mes de diciembre estaba liquidado si no ganaba al Arenteiro. Al descanso se afilaba la guillotina cuando el equipo verde mandaba en el marcador, pero en la segunda mitad el Deportivo fue otro. Dos goles de Davo, remontada, victoria, un espíritu guerrero que nunca había mostrado y vida nueva.

Desde aquel partido hasta hoy el Deportivo de La Coruña ha jugado nueve partidos más y de ellos ha ganado ocho, lleva seis victorias seguidas y en las últimas cuatro jornadas ha marcado 17 goles. Está a un punto del líder, la Ponferradina. Parece el mismo equipo, pero ya no lo es.

Fiel a su estilo de exageración sin medida para todo, en el entorno del club ahora ya se habla entre “los que entienden” de ascenso directo y además con jornadas de sobra. Visto el nivel de juego del equipo herculino, en estos momentos lo pueden dar bueno hasta sus rivales directos, pero en un deporte en el que un equipo entra muerto a un vestuario y sale como un campeón, ¿Quién puede asegurar nada?

Mientras, el Arenteiro sigue a lo suyo. Esta jornada firmó uno de sus mejores, pero no sumó nada. Una demostración de lo complicada que es esta liga en la que los verdes ya tienen los deberes hechos.

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