Opinión

18F, una fecha clave

Escribo estas líneas cuando se publica el decreto de convocatoria, en el DOG, de elecciones en Galicia y la disolución del Parlamento. Es martes 26, y llama mi atención que, si hay dos fechas llamadas clave -que las hay- para el PPdeG, en el S. XXI, yo se las anuncio: El 1 de marzo del 2009 y el próximo 18 de febrero, las elecciones. Recuerdo como si fuera ayer la del aquel 1M, cuando Alberto Núñez tras una eficiente oposición al Gobierno bipartito de la Xunta, gana las elecciones por mayoría absoluta el día de san Rosendo (1M). Galicia regresa a la senda de la normalidad, credibilidad política, tras casi cuatro años de un bipartito que intentaba gobernar por la mañana y sus socios hacían oposición por la tarde, en una suerte de desgobierno desnortado. Tan cierto, que los gallegos dijeron basta, hasta aquí hemos llegado. Hubo una apuesta por el cambio, que nos lleva otorgando hasta el momento un período fructífero de estabilidad política, envidia de muchas Comunidades Autónomas.

Era yo “actor principal” en el 2009, pues estaba de número dos por la provincia. En el mitin comarcal en Celanova -villa de san Rosendo-, vaticiné que el santo propiciaría el cambio, que el PPdeG alcanzaría la mayoría absoluta, única fórmula para gobernar. ¡Dicho y hecho! Pero las cosas no fueron fáciles; no porque el bipartito lo hiciera ni medianamente bien… Es que en plena campaña electoral, el PPdeOU había perdido al número uno de la lista, obligado a dimitir debido a una presunta evasión económica, que quedó en nada; hoy tampoco nada sería, como puede comprobarse al ser indultados y pronto amnistiados corruptos y delincuentes. Se logró el Gobierno de la Xunta. El PPdeOU, como siempre, respondió.

El próximo 18 de febrero es san Eladio, efeméride motivada por el fallecimiento de este eclesiástico y hombre de Estado hispano visigodo el 18 de febrero del año 633, que pasó de ser abad a ser nombrado obispo de Toledo. Pues este día los gallegos estamos citados con las urnas. El actual presidente y candidato a revalidar la presidencia -Alfonso Rueda- lo tiene más que claro, al manifestar, como lo recoge el titular de La Región: “Rueda convoca elecciones y reivindica una hoja de ruta sin mediadores, con una campaña que tendrá sesgo gallego”. Mientras, la señora Pontón, dice estar “Máis preparada que nunca”; realmente, sólo que aprovechara los muchos años que lleva haciendo política en el Hórreo y candidata por tercera vez, ya sería catedrática política. Besteiro “se ofrece para liderar un cambio seguro”.

A partir de aquí es de justicia llamar la atención de los gallegos, en el sentido de que “hacer posible lo necesario” -en eso estriba la política- no es fácil. Se hace imprescindible para gobernar un equipo sólido y homogéneo, que ofrezca credibilidad. Ningún gallego se debe llevar a engaño, ya que si al PPdeG le ocurriese lo mismo que en 2005 -un solo escaño para la mayoría absoluta-, todas las demás fuerzas se unirían en bipartito, tripartito o cuatripartito, por un simple objetivo: que no gobierne el Partido Popular, tras acuerdo de despacho. Y otra vez volveríamos a las andadas, con el baile de socios de conveniencia, que acabarían con catorce años de estabilidad política en Galicia.

Otro detalle, no menor, en estas elecciones es que, siendo una cita electoral con sesgo totalmente gallego, estarán siendo observadas y centrarán tertulias en clave nacional, dado el barullo en la política estatal. El PP debe incidir en todas las concesiones que lleva haciendo el PSOE en detrimento de los gallegos, al tener que entenderse con partidos independentistas que reniegan de España. El PSOE intentará demostrar que se entiende con todos y es capaz de llegar a acuerdos; eso sí, sin trasladar a la opinión pública el coste político, social y económico del acuerdo, además de la inequidad causante entre territorios y españoles.

Conseguir Alfonso Rueda su primera mayoría absoluta significa un espaldarazo definitivo al PP de España y, consiguientemente, al trabajo de Feijoo en Madrid. Y a partir de ahí el castillo de naipes que tiene montado el sanchismo alrededor de ese numerario “bloque progresista” comenzaría ya a estar cuestionado. Galicia continuaría por la senda de un Gobierno de certezas, y la normalidad san Eladio tuerza el rumbo de Galicia a través de bipartitos, tripartitos o lo que se tercie. ¡Sería nefasto!

Te puede interesar