Opinión

¡Independentistas!, ¿También en salud pública?

Los hechos son relativamente antiguos (2021), la noticia cobró notoriedad más recientemente (hace semanas) y la consternación, para los que aún pensamos y apreciamos al ser humano en toda su bondad y sin reparar en credo, religión, profesión, raza… es una dura indigerible actualidad. Incomprensión humana que, en pleno siglo XXI, haya sanguijuelas de apariencia humana repletas de odio, que ni reparan en la prevención de la enfermedad. Cuando la salud está por el medio, debiera quedar indemne de toda acción política.

No es dicho por mí, la misma Organización Mundial de la Salud (OMS) describe la Salud Pública como: “Conjunto de actividades sociales y políticas destinadas a mejorar la salud, prolongar la vida y mejorar la calidad de vida de las poblaciones mediante la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad”. Para poder satisfacer a todas las partes implicadas, la Salud Pública, según la OMS, debe alcanzar unos ciertos estándares de calidad satisfactorios en determinadas dimensiones: efectividad, oportunidad, seguridad… equidad; ésta, concretamente, indica que características como sexo, raza, creencia religiosa, ubicación geográfica, nivel socio económico o cualquier otro adjetivo no pueden suponer bajo ningún tipo de circunstancia una desigualdad. En Cataluña, precisamente con la Policía Nacional (PN) y la Guardia Civil (GC) se dieron desigualdad e inequidad. ¡Y desprecio!

Trascendido que la exconsejera de Salud de ERC, actualmente vicepresidenta de la Mesa del Parlament, ordenó paralizar la vacunación contra el covid a policías nacionales y guardias civiles, se completa la noticia aludiendo a que “los mensajes del 2021 fueron aportados al juez por excargos de Junts”. Concretamente se alude a un wasap enviado a la exconsejera de Salud: “Yo creo que tenemos que hacerlos a todos –vacunarlos-, porque si no, habrá un problema de desigualdad con otras CCAA y con otros cuerpos de seguridad…” Ni que decir tiene que quien derivó este wasap se sabía las doctrinas de la OMS sobre Salud Pública. Además, que fuesen la PN y la GC quienes quedasen sin la inmunización y las demás fuerzas y cuerpos locales y autonómicos de Cataluña continuaban a ritmo normal, cuando todos pertenecen a colectivos esenciales, tiene su depravación. ¡Qué menos que una investigación!

¡No resulta novedoso! En aquel marzo de 2021 ya había salido a la luz la perniciosa inequidad con la que el Gobierno catalán gestionaba sanitariamente la vacunación del covid a policías y guardias civiles, contraviniendo a la OMS. Nada nuevo bajo el sol. De expresidentes de la Generalitat leímos y escuchamos expresiones antiespañolas tipo “Bestias con forma humana, que enjuagan odio” (Quin Torra) o “Son bestias carroñeras”. No sólo fueron epítetos, sino que el Departamento de Salud catalán suspendió en marzo de 2021, 24 horas antes de reiniciar el 25 la inmunización a PN y GC, las citas confirmadas y buena parte de las dosis trasladadas a los puntos acordados (El País).

Yo, hasta ahora, solamente pensaba en mi acompañada soledad mental que sería muy difícil la convivencia si todos supiéramos lo que realmente pensamos unos de otros en cada momento. Hoy, viendo cómo se ha gestionado la vacunación del covid en Cataluña, contra PN y GC, a través de autoridades con capacidad de mando en materia sanitaria, sólo pienso que “la disposición del hombre hacia la justicia hace la democracia posible; la inclinación del hombre hacia la injusticia hace la democracia necesaria”. Mientras, que continúe la Justicia investigando, aunque temo entre en el paquete de la amnistía. ¡Qué injusticia!, Pedro.

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