Opinión

El mentir de las estrellas...

El mentir de las estrellas es un muy seguro mentir, porque ninguno ha de ir a preguntárselo a ellas”, que se le atribuye a Quevedo. Cuando leí “El mentir de las estrellas”, ensayo sobre la superstición, del autor Rodríguez Vidal, éste aclara que no son las estrellas las que mienten, sino los astrólogos… En nuestra política local nos clarifican el panorama antes de las elecciones, desmienten sobre la marcha y rectifican lo clarificado tras las elecciones. Y ahora a preguntárselo a las estrellas, cosa que ninguno irá, pero con las ganas se queda; y en cualquier caso, dirán que no mienten ellos, hacen cambiar de parecer las circunstancias y si se tercia se culpa hasta a la astrología… Lo apuntaba yo en un artículo titulado enseñar “La patita”, días antes de empezar la campaña electoral, con la consiguiente descripción: “Cuando estamos en tiempos de zozobras, o no las tenemos todas consigo, revelamos involuntariamente, descubriendo sin querer, lo que es desaconsejable dar a conocer, antes de que voten los vecinos”. Y advertía de la falta de respeto a los vecinos que esto suponía.

¡Señores socialistas y nacionalistas de la ciudad de Ourense! ¿No se os caía la baba de tanto mencionar y alertarnos que estábamos ante una “emerxencia municipal”, en cuanto a las formas y maneras de la gobernabilidad de la ciudad durante los últimos cuatro años? ¿No fue así? ¿O sólo significaba un spot publicitario para calar en la conciencia de los vecinos, antes de celebrar los comicios, con la insana intención de que no votaran a unos y sí a quienes lanzaban la soflama? Y yo me quedo con las ganas de saber –sospecho- lo que motivó que, acabado el proceso electoral y sabidos los resultados, con la consiguiente, pues, gobernabilidad del denostado mismo grupo –si no se pone remedio- ya no existe esa susodicha “emerxencia municipal”, o al menos se retiró del relato político. Ahora el problema emergente, para los autodenominados progresistas, es el de siempre: ¡gobiernos alternativos al PP! Para este viaje no hacían falta tantas alforjas. Proclamar una cosa, enseñar “la patita” y rectificar para volver a lo de siempre, celebradas las elecciones. Adiós “Emerxencia municipal”.

Hasta el inefable Neme sabe que las situaciones excepcionales necesitan tratamientos excepcionales, distintos a los convencionales. Y en eso habían quedado para solucionar el dilema del Ayuntamiento de Ourense. Pero hemos pasado del anunciado posible gobierno de coalición –PP y PSOE- que, aunque mucho lo escuché y leí, nunca me lo creí, a acuerdos puntuales; se iba diluyendo la intención. Y el BNG y socialistas, cual martillo pilón, con la matraca de “emerxencia municipal”. Y ahora mismo todo se ciñe a lo que acuerde Santiago y, como dice un titular de La Región: “PSdeG y BNG guardan silencio sobre Ourense y enfocan al PP”. Ya no es prioritaria la situación en Ourense y la “emerxencia municipal”. Sólo se prioriza en la investidura de alcaldes que dependan de ellos, PSOE y BNG.

El mentir de las estrellas, por parte de socialistas y nacionalistas, fue para arrimar el ascua a su sardina. Ahora mismo lo que toca a los progresistas de salón y caviar es el acomodo en la “mesa camilla” -Rueda, dixit- con veto al PP como único objetivo, “cordón sanitario” incluido, para conformar lo que autodenominan gobiernos de progreso, con la única intención de que no gobierne el vencedor, salvo si pertenece al colectivo del salón y caviar. La “emerxencia municipal” de Ourense ya está fuera de la agenda política. Como la aritmética no da para que socialistas y BNG puedan conformar una mayoría y la “emerxencia municipal” desapareció tras las elecciones, pues que cada cual gobierne allí donde ganó, ¿no? Lo otro fue “El mentir de las estrellas”, para buscar el voto favorable de sus vecinos.

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