Ya están esprintando sobre la pista, a pleno esfuerzo, del que no renegarán ni habrá desmayo hasta el día 17F. ¿Objetivo?: Gobernar Galicia. De la parrilla de salida salió uno como favorito, que continúa contando con el favor de los gallegos en las encuestas. Pero tiene que seguir dándolo todo, tirar para adelante, nada está ganado, ya que a los demás contendientes sólo les basta con no quedar demasiado rezagados para, tras una mesa, negociar si le dan los números y darse de ganadores. ¡Con eso les basta! Y si así sucediese dirán, para convencernos, que han ganado. Los titulares del debate en la TVG son elocuentes con lo dicho: “El debate a cinco empezó y acabó en cuatro contra uno” (La Región).
Sí, están a plena carrera. En unas elecciones autonómicas que, en su recorrido, no debieran tener interferencias extra galaicas. Pero imposible. Todos miran o buscan la clave de la perspectiva nacional, que tampoco es indeseable, ya que Galicia forma parte, como Comunidad Autónoma, de España. Hoy, más que nunca, las políticas de Estado repercuten en Galicia. Son momentos donde la equidad entre los diferentes territorios de España brilla por su ausencia. Y los políticos en liza, que hoy se presentan en Galicia, dependiendo de su acierto, éxito, resultados son susceptibles de cambiar el panorama de la política nacional. ¡Al tiempo!
Apoteósico acto, como siempre, en la Plaza de Toros de Pontevedra. Primer fin de semana de campaña, sin avituallamientos. Siempre, desde el 2009, es el barómetro que mide la fuerza del PPdeG, ya que aunque siempre a reventar, también nos da la idea de las ganas, intensidad y optimismo, criterios contagiosos que la multitud transmite en días sucesivos. Nada hay ganado para nadie, pero se observa con nitidez que todos van contra el favorito, Rueda. Incluso los de izquierda son cuidadosos de no lastimarse entre ellos –el debate dio buena muestra-; además dicen ser -quizás para crecerse y no decaiga el ánimo- las elecciones más abiertas a la Xunta en años. La misma matraca del bloque de izquierda desde el 2009.
Viene Sánchez a espolear a su formación, la misma que hoy corre por la tercera pista. Y viene sin los deberes hechos. Prioriza la Ley de Amnistía, para beneficio de políticos de un territorio español, sobre la Ley de Presupuestos; ésta de interés general para todos los españoles. ¡Claro! Sin amnistía non hay presupuestos ni farrapo de gaitas. Hay que disponer de cuajo, que con estas nos venga a visitar, aunque sólo sea para espolear a los suyos, y sin ofrecer nada a cambio…, cuando su mente está en el fugado del maletero.
Viene Feijóo a Galicia, su Comunidad y de la que conoce cada rincón. ¿Se la juega? Un buen gallego diría “sí” y “no”. “Sí”, porque un buen resultado en Galicia, aparte de continuar ostentando una/su Comunidad Autónoma, supone un espaldarazo a su forma de hacer política y reconocimiento a nivel nacional, y una llamada de atención al sanchismo. “No”, porque quien se presenta es Rueda, quien disponiendo de toda autoridad y autonomía para hacer sus equipos, sobre sus hombros recae la responsabilidad para convencer a los gallegos que la política de la estabilidad, equidad, las certezas y el sentidiño son las que desean los gallegos.
Viene Yolanda Díaz –tan gallega como Feijóo- y parece que corre por otra pista, no se le exige ni se polemiza de la trascendencia del resultado gallego a nivel Estatal. ¡Y es Vicepresidenta y Ministra! ¿Y el BNG? Este juega en clave de país, de Galicia, con el tacticismo de aumentar el sorpasso a los socialistas de hace cuatro años; e ignorando su dependencia de Madrid -cuando persistentemente nos recuerdan cuan son decisivos- y haciendo amigos con los independentistas y exterroristas, por el mismo interés que tienen como formación soberanista-independentista. ¿El debate? Fue un monólogo embarullado, por la obstinación de cuatro contra uno, o uno contra todos. ¡Ah!, y el papel lo sostiene todo.
