Opinión

Termalismo contra la soledad

Macip y Esteller, científicos: “Tendremos pronto la píldora para la vejez”. Es un titular de La Región del 6 de noviembre, al referirse a la posibilidad de manipular el envejecimiento para vivir más y mejor… a través de la píldora antienvejecimiento. Pues yo me resisto -sin desdeñar un ápice la investigación de la píldora- a que todo pase por la pastilla. Considero que un estilo de vida saludable con el aprovechamiento de nuestros recursos naturales debieran estar a la altura, o como complemento, de otras consideraciones terapéuticas, y, tanto en lo que dicen los dos investigadores, como en los recursos naturales, con el permiso de la genética. Aunque hoy por hoy, y a la espera de la píldora, la única manera de un buen envejecimiento está en los hábitos de vida saludables y los recursos propios. ¿Lo cierto y constatable?: el efecto colateral de la sangría demográfica -gran problema-, sumado al aumento de esperanza de vida -gran logro-, degeneran en la temida soledad. A ésta hay que combatirla.

El 19 de octubre, La Región se hacía eco del programa termal contra la soledad no deseada, con una buena nueva: se duplicarán en el 2024 el número de plazas disponibles, al pasar de dos a cuatro balnearios en la provincia… y, debido a ello, aumentando hasta 10 los ayuntamientos conveniados para participar; consecuentemente, de 77 usuarios beneficiados se pasará a 150. Esto unido a la oferta de los balnearios de la provincia a la propuesta de “Turismo termal transfronterizo de autor” -enmarcado en el proyecto europeo Raia Termal-, implicadas las empresas a ambos lados de la frontera entre Ourense y Portugal; la traducción es una oferta de salud y bienestar, aprovechando nuestros recursos naturales y con la consiguiente dinamización de la economía en el rural.

Vamos de la mano con la Organización Mundial de la Salud (OMS), que tiene declarada la soledad no deseada como problema de salud pública. Por lo que es una realidad para la que, desde la Diputación de Ourense, estamos fijando objetivos: que en el año 2027 se superen las 500 personas mayores con acceso a balnearios como recurso idóneo de salud física y emocional. Coinciden muchos expertos en lo expresado; de hecho, hace días, una psiquiatra y escritora -Anabel González- afirmaba: “La vida moderna conduce a un nivel más alto de soledad, que es muy mala para la salud”. Ourense es el “pan nuestro de cada día”, diga como se quiera decir, y nuestro recurso natural con la vista puesta en el termalismo es obligatorio.

No es fruto de la casualidad que el pasado mes se celebrara por primera vez en España -aquí, en Ourense- la 74 edición de La Asamblea y del Congreso Científico Internacional de la Federación Mundial de Hidroterapia y Climaterapia (FEMTEC), reuniendo a expertos del sector de diferentes países, bajo el lema “Balneoterapia del futuro”. Entre otras, se abordaron estrategias de sostenibilidad y propuestas de nuevas visiones de salud y bienestar. Desde Ourense se propició la oportunidad, y se hizo, de difundir a los congresistas mundiales nuestras iniciativas de “Termalismo social” y “Termalismo contra la soledad no deseada”. Creo firmemente que estamos apuntado en la buena dirección, pues, y lo repito, no es casualidad que se celebrara por primera vez en España, y fue en Ourense, un congreso científico internacional en la materia.

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