La Plataforma SOS Sanidade Pública recibe el apoyo económico de BNG y PSOE para su manifestación”. Me adentro en la información y la completo sabiendo que, además de las dos formaciones aludidas, también Sumar, Podemos y varios sindicatos apoyarán económicamente a la Plataforma para organizar una manifestación prevista en Santiago, en plena campaña… La noticia me indigna. Y con los antecedentes recientemente acontecidos sobre la prestación sanitaria, me aborrece. No hace mucho leí un editorial que valora la situación sanitaria actual, del catastrofismo que nos quieren hace ver los grupos de esa manifestación en víspera de las elecciones. Argumentaba el editorial: “La sanidad, un problema de todos; por lo que sería un error reducir una crisis estructural que afecta a todo el Estado a debates locales que replican un mero interés de parte…”
A punto del comienzo de la campaña electoral, lamento que los políticos locales-provinciales en la oposición utilicen la soberanía provincial para, bajo pretexto de la existencia de algunas disfunciones en el sistema sanitario -disfunciones no ajenas a lo que sucede en el conjunto del Estado-, otorgar voz a representantes de esas plataformas populares con claro sesgo político, que aparecen en momentos oportunos, cuando los políticos en la institución provincial fueron los elegidos por la ciudadanía. Un pleno con tufo electoral, donde los grupos políticos en la oposición se aprovechen del pilar más importante del estado del bienestar, del que absolutamente todos los humanos dependemos y somos potencialmente pacientes, no está ni medio bien. Entendible que representantes populares se manifiesten en las instituciones y expongan sus legítimas reivindicaciones, pero no que lo hagan precisamente políticos de esas plataformas, porque para ello ya están los representados por la ciudadanía a través de las elecciones. El PSOE provincial delegó la primera intervención en una persona de la plataforma, miembro de una lista socialista a las municipales.
“Iniciativas populares” de la ciudadanía, que representan el sentir ciudadano, es una muy loable acción. Pero que esté capitaneada en su portavocía por un político, una de dos: no se sienten representados en el Pazo Provincial o es una manera que, aun creyendo en la representación, intenten trasladar públicamente la reivindicación como más creíble simulando ser plataforma apolítica. Siendo conscientes de ciertas disfunciones en los centros de salud, derivadas de la carencia de profesionales para cubrir plazas de difícil cobertura, somos mayoría los que sabemos que no es un problema local ni provincial ni gallego. ¡Es más!, la Xunta de Galicia consciente de esas dificultades tomó una medida pionera cual fue hacer atractivas esas plazas convirtiéndolas en una categoría nueva y ofertándolas en propiedad mediante ¡concurso sin oposición! No es moco de pavo. ¿Qué hicieron BNG y PSOE en el Parlamento cuando se legisló esa medida? Votar en contra. Paradójicamente votaron en contra de la solución, cuando gracias a esa medida, a la que se opusieron, hace 15 días se incorporaron 17 nuevos médicos fijos a centros de salud, que lo tenían crudo para disponer de personal. Sucede igual con los pediatras, cuando todos, sin excepción, queremos que los niños sean atendidos por especialistas en pediatría.
Asturias, Extremadura, Castilla-La Mancha, Ceuta y Melilla tienen las mismas dificultades, incluso mayores, estando gobernadas por socialistas. Y sin ánimo de justificar nada, resulta inentendible que los que no son capaces de resolver las dificultades donde gobiernan sí saben de las soluciones donde son oposición. No es problema de recortes, sí de recursos humanos, porque no los hay. Aunque estemos a puertas de elecciones, no utilicemos la sanidad como arma arrojadiza oportunista. ¡No todo vale!
