Opinión

LAS REFORMAS ESTÁN PREPARADAS

Yahora qué? Después de haberse despejado la tarabilla, cual sostenía la carencia de un plan alternativo, ahora tras la presentación del 'Plan global' de las ocho grandes medidas de Rajoy, sólo caben esperar dos alternativas: 1) Darle la oportunidad al PP para ponerlas en marcha, o 2) Que el Gobierno empiece ya a demonizarlas, lo más factible, a lo que ya se ve. Esta legislatura, que iba a ser la del pleno empleo, está siendo la del pleno desempleo. Y la retahíla justificativa del Gobierno, sobre que el PP con Rajoy al frente no había presentado nunca un plan económico laboral alternativo a los españoles, tan sólo críticas, manteniéndose así el Gobierno en una retroalimentación permanente, pues? ¡se acabó! Las ideas se tienen, en las reformas se está.


El talento es inútil sin la oportunidad. La oportunidad la pueden conceder los españoles, previas elecciones generales. ¿A qué se espera? La receta no puede venir de la mano de permanentes medidas a salto de mata; después de haberse omitido, negado o ignorado el problema que se nos venía encima. Tampoco, después de haber fallado el florido de los brotes verdes, quizás la reacción botánica más perezosa de la historia terrenal. Y, actualmente, el Gobierno haya confundido la reforma laboral que incentive el despido ?es lo que hizo-, con la reforma que oriente la creación de empleo.


Baste recordar que, el 5 de mayo, Rajoy planteó en una reunión en la Moncloa con Zapatero, la necesidad de una fuerte reducción del déficit público. La respuesta fue que el PP, una vez más, estaba equivocado, que no había que hacer recortes del déficit. El 9 de mayo, tras una reunión de los ministros de Economía en Europa, se le impuso a España y Portugal una obligación de austeridad. Y el 11 de mayo, el Gobierno se ve obligado a aprobar, rápido y corriendo, el mayor recorte de derechos sociales de la historia democrática: el zapaterazo. Por primera vez se congelan pensiones, se baja el 5% en los sueldos de los funcionarios públicos, aumento del IVA, se retiran los 400 euros o el cheque-bebé? y, para evitar males, la ausencia de Rodiezmo.


España tiene un componente propio, interno, de la crisis. Baste con saber que tenemos el doble de tasa de desempleados que la UE. Hay más de 4 millones de españoles que desean trabajar, y no pueden hacerlo. Más del 40% de los jóvenes españoles quieren trabajar, y no pueden hacerlo. Seis años de gobierno Zapatero, y la tasa de desempleo es hoy del 20%. El Gobierno ha incrementado el gasto público de manera brutal, elevando el déficit público en 13 puntos en dos ejercicios: final de 2007, superávit del 2%; final 2009, déficit del 11%... Nuestra peculiar situación en la UE hace que España esté en libertad económica vigilada, cuando recordamos, aún no hace nada, que se nos convencía que éramos la Champión League de la economía europea. ¡Claro que, de esto, nada culpable es Zapatero! Sólo deseaba generar confianza?


Ahora sí: cuando el discurso del poder, el del Gobierno, es el del pragmatismo, la sociedad, inevitablemente, transfiere su confianza al que va más allá en sus mentiras. Lo que nos salvaría es que, en todo este embrollo en que se encuentra la situación socioeconómica y laboral de España, Zapatero no tuviese culpa ni hubiera dicho mentiras. Si no dijera mentiras, no se le transferiría la confianza de los discursos pragmáticos del poder. Y si no fuese culpable, aun tendría crédito político ¡Pero se hace harto difícil! Ahora bien: las ideas se tienen?, en las medidas y creencias se está.

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