Opinión

¿Excusa?

Pocos expertos dan credibilidad a que el ataque con drones al Kremlin proceda de Ucrania y tenía como objetivo eliminar a Vladimir Putin. Pocos, por no decir ninguno, excepto militares rusos y políticos afines al presidente, que podrían estar buscando una justificación para iniciar un ataque masivo e indiscriminado contra Ucrania, incluida su capital, Kiev. 

El escepticismo respecto al ataque es que Ucrania hasta ahora ha centrado sus bombardeos en lugares de importancia estratégica militar y energética, así como a zonas ucranianas invadidas y ocupadas todavía por Rusia. Por otra parte es de dominio público que Putin no utiliza la residencia presidencial del Kremlin, cuenta con una mansión en un lujoso barrio en las afueras de Moscú absolutamente blindada para impedir cualquier tipo de actuación terrorista o militar. Además, si habitualmente cambiaba con frecuencia de lugar conde pernoctar, desde que se inició la guerra de Ucrania su paradero diario es cuestión de Estado, nadie conoce dónde vive y dónde está prevista su presencia. Por no mencionar que el Kremlin, como la mayoría de los lugares “sensibles”, cuentan con sofisticados sistemas de detección y destrucción de cualquier tipo de aparato aéreo no identificado, desde drones a los cazas de tecnología más sofisticada, que invade su espacio aéreo. De hecho, algunos de los drones que se dirigían hacia el Kremlin fueron abatidos.

La idea más expandida, tras comprobar el interés del propio gobierno ruso en dar a conocer el ataque facilitando las imágenes de los drones explosionando justo al sobrevolar el Kremlin, es que Putin buscaba una excusa para arreciar sus acciones bélicas contra Ucrania. Su situación es delicada, crece el malestar en la población, la lista de caídos en combate según algunas fuentes superan los 30 mil, y se acrecienta la rebelión que se inició hace meses contra las levas masivas y obligatorias de sus jóvenes para que se incorporaran a la guerra.

Zelenski, después de reunirse en Helsinki con los primeros ministros de los países nórdicos, se ha desplazado a La Haya para entrevistarse con miembros del Tribunal Penal Internacional, que hace semanas dictó una orden de arresto contra el presidente ruso por crímenes de guerra. Putin no reconoce al TPI y ni siquiera se ha molestado en presentar recurso a la orden, pero con toda seguridad le ha debido preocupar el encuentro de Zelenski con miembros de la Corte.

Se espera alguna reacción por su parte, y ninguna es tranquilizadora: no cuenta con el apoyo popular que esperaba, tampoco ha sumado hasta ahora éxitos destacables en la guerra que él inició… y el día 9, en el que se conmemora el Día de la Victoria, la fecha más relevante de la Rusia actual, no puede presentar a los rusos ninguna victoria que celebrar. 

Con el ataque de drones al Kremlin podría intentar mostrarse como víctima de un contubernio internacional. Víctima que tiene derecho a defenderse… atacando.

Te puede interesar