Ucrania se ha convertido en un país en guerra con un ejército prácticamente invencible, al que los ucranianos se enfrentan con heroicidad. Empezando por el presidente Zelensky, un humorista del que se dijo cuando ganó las elecciones que se había convertido en presidente porque era una figura muy popular a la que votaron los que confían poco en la eficacia de los políticos. Hoy es referente del dirigente que da todo por su país, por su gente. Un auténtico héroe.
La grandeza de un pueblo se demuestra en los momentos críticos. Ucrania formó parte de la Unión Soviética, con una identidad que no se despega de aquellos años de ser satélite de Moscú, con el ruso como lengua vehicular para la mayoría de los ciudadanos aunque el idioma propio crece a velocidad de vértigo; sin embargo un porcentaje de población en las provincias limítrofes con Rusia todavía se siente más cerca de Moscú que de Kiev. Es la excusa que ha utilizado Putin para invadir Crimea y parte del Donbas. Crimea, por su importancia geoestratégica; el Donbas porque es un hecho indiscutible que la mayoría de sus habitantes hablan ruso y su cultura es rusa. Pero no son rusos.
Los ucranianos se defienden contra el invasor con uñas y dientes. Los jóvenes y no tan jóvenes se han presentado en los centros de adiestramiento de armas, y una parte importante de la población, que no puede luchar, trabaja como voluntarios en hospitales, centros de acogida, acompañan a la gente menos activa a los refugios antiaéreos, llevan alimentos a donde se necesitan y atienden a los que no cuentan con compañía.
Se han echado a la calle para hacer frente a los carros de combate a pecho descubierto, como aquel joven que se plantó delante de un tanque en la plaza de Tiananmen. Se han sentado en el suelo para impedir el avance de las columnas blindadas, a falta de medios bélicos más efectivos; han levantado barricadas con automóviles y sacos terreros, buscado dinamita para destruir los puentes que conducen a las grandes ciudades y organizado las caravanas civiles hacia la frontera polaca, ofreciendo avituallamiento en las inacabables horas de espera. Han preparado centros públicos en los que acoger a quienes tienen ya no disponen de un techo bajo el que cobijarse y creado cadenas para proveerse de productos básicos y distribuirlos en los más necesitados.
Rusia, China y Estados Unidos cuentan con los ejércitos más poderosos del mundo. Ucrania es un país que se desarrolla lentamente después de décadas de sovietización, y su capacidad de defensa es muy limitada. Por eso ansiaba integrarse en la Unión Europea y, en el futuro, en la OTAN, eran garantía de seguridad en el futuro. Rusia ha cercenado su sueño, pero no se echan atrás ante un personaje como Putin, aparentemente invencible. Sin embargo se ha encontrado con un pueblo que no cuenta con las armas necesarias para vencerle pero que defiende a base de patriotismo, generosidad y solidaridad. Héroes.
