Opinión

La inquietante compra de Elon Musk

La compra de twitter por Elon Musk, el hombre más rico del mundo según Forbes, ha provocado una auténtica conmoción en el sector de la comunicación, de la economía y la bolsa. 

Los 44 mil millones de dólares que ha pagado por la red social ha hecho millonarios a los accionistas de twitter, pero lo que preocupa es el futuro de la red más influyente del mundo y qué uso pretende darle el hombre que ha amasado una ingente fortuna con los automóviles eléctricos y los paseos turísticos espaciales entre otros múltiples negocios. La prueba de que no se trata de una compra cualquiera, es que nada más hacerse Musk con el control de la red, millones de usuarios de tendencia izquierdista se han dado de baja al considerar que Elon Tusk va a acabar con la libertad de expresión que se daba en twitter. Donald Trump, que había creado su propia red, Truth, al ser expulsado de twitter, Facebook, Instagram y Snapchat tras el asalto al Capitolio, ha hecho un llamamiento a los estadounidenses para que se sumen a su red ya que twitter perderá su identidad.

Nadie cree que la compra de twitter sea un negocio más para Elon Musk, dado que se trata de una red que ha estado vinculada con acontecimientos que han cambiado el mundo. Está socialmente aceptado que poderosas fuerzas usan twitter a conveniencia, ha destrozado importantes biografías y ensalzado a personajes detestables, cambiado gobiernos - hundió a Hillary Clinton para que Trump ganara las elecciones- y se ha convertido en el principal elemento de comunicación de personajes públicos de toda índole, aunque en los últimos tiempos algunos de los más relevantes apenas daban uso a sus cuentas. Si en años anteriores mantenían una actividad constante, la mayoría prácticamente ya no publican noticias ni comentarios.

Todo ello pone bajo sospecha a Musk, que ha concretado la compra aportando de su propia fortuna algo menos de la mitad de los 44 mil millones de dólares, pidiendo créditos bancarios parta el resto, lo que significa que twitter queda bajo el control de entidades que pueden utilizarlo a conveniencia.

Elon Musk ha advertido que hará cambios significativos para garantizar la credibilidad de una red que llevaba un tiempo en claro declive por el exceso de bots que manejaban gobiernos, instituciones y empresas. Musk ha anunciado que no se aceptarán bots y que además los usuarios tendrán que facilitar su afiliación. 

Aún así, en el mundo político y económico el recelo es máximo: twitter puede cambiar el mundo en manos tecnológicamente preparadas para utilizarlo en función de los intereses de los más poderosos.

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