Opinión

La advertencia de Putin

Cada vez parece más evidente que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, se equivocó al intervenir en las elecciones de Estados Unidos y favorecer la elección de Donald Trump, a pesar de que afirme que sus cloacas no han tenido nada que ver en esa decisión que se investiga en aquel país. La equivocación procede de que con su intervención facilitó el gobierno a un ultranacionalista estadounidense y ahora la charca es muy pequeña para dos cocodrilos, que dicen los africanos.

En su tradicional megalómana conferencia de prensa anual, Vladimir Putin ha advertido de que se está subestimando la posibilidad de una conflagración nuclear entre ambos países, después de que Donald Trump haya decidido retirarse del tratado sobre Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (NIF), que establecía el control de los misiles balísticos de corto y medio alcance, un acuerdo alcanzado entre Ronald Reagan y Mijail Gorbachov, que fue uno de los puntales de la desnuclearización mutua y de que se rebajara la tensión nuclear propia de la Guerra Fría.

Trump acusa a Putin de vulnerar el acuerdo y este avisa que cualquier intento de utilizar misiles balísticos con cabezas convencionales puede dar lugar a un error fatal que volvería a suponer la destrucción mutua asegurada, y prácticamente el fin de la civilización tal y como la conocemos. Frente a la posición de Trump, Putin advierte también que no se van a quedar atrás si se desarrolla una nueva carrera armamentística y que responderá de forma proporcional si el presidente norteamericano pretende instalar ese tipo de misiles cerca de las fronteras rusas.   

Una vez más Putin se refirió a la “rusofobía”, al enemigo exterior para justificar algunas de las acciones internacionales contra su país y minimizó el efecto de las sanciones económicas que padece como consecuencia de su apropiación de Crimea, con un paro de tan solo el tres por ciento, pero lo cierto es que la economía rusa se encuentra estancada en los últimos cinco años y que no tiene visos de que se retiren mientras mantenga la presión apresados por Rusia en el Mar de Azov.

La advertencia nuclear de Putin no puede ser más preocupante. “Estamos presenciando la desintegración del control de armas”, dijo.  Es el lenguaje en el que se siente cómodo, el de presentarse como víctima y pacificador, como una paloma, cuando realmente es tan halcón como Donald Trump.    

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