Cuba será la Mallorca del Caribe. El vaticinio es del responsable de la diplomacia común europea, Josep Borrell, de visita oficial en la isla para apoyar el desarrollo de las micro, pequeñas y mediana empresas en el país (mipymes), que lleva a cabo una tímida apertura económica ante una de las mayores crisis que afronta la isla desde hace un par de años que ha llevado a la emigración a medio millón de cubanos en otro de los mayores éxodos con destino a Estados Unidos.
Pero cualquier visita diplomática a Cuba no puede soslayar el asunto de la vulneración de los derechos humanos en la isla y la esperanza de las organizaciones que trabajan en su defensa es que Borrell, como le hicieron llegar, logre la excarcelación de algunos de los 700 detenidos a raíz de las manifestaciones del 11 de julio de 2021 que supusieron la mayor protesta social contra el régimen cubano, expresión de la frustración ciudadana por los escasos avances en materia de libertades y la dureza de la crisis económica. Quince de los detenidos en aquella ocasión se encuentran en huelga de hambre. Sin libertad, Cuba no puede ser Mallorca.
La visita de Josep Borrell se enmarca en el desarrollo Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación existente con La Habana desde 2017 que puso fin a la posición común de la UE sobre Cuba, que había inspirado el presidente del Gobierno español, José María Aznar. La UE trata de recuperar terreno perdido en Cuba después de la aproximación entre La Habana y Moscú y de que la isla sea otro de los países que apoya la política del Kremlin en la invasión de Ucrania.
En el trasfondo de esta visita se sitúan los dos asuntos que afectan a las relaciones con Cuba. Mientras que La Habana exige a la Unión Europea que presione a Estados Unidos para que su presidente, Joe Biden, levante el embargo y saque a Cuba de la lista de estados promotores del terrorismo, la UE presiona para que se avance en el respeto de los derechos humanos y el presidente cubano, Miguel-Diaz-Canel, y el resto de la dirigencia cubana se decida a transitar el camino hacia la democracia en la isla. Asuntos que también se abordarán en una próxima celebración del tercer Consejo Conjunto UE-Cuba, derivado del acuerdo político firmado entre ambas partes y que Borrell ha preparado con su homólogo cubano, Bruno Rodríguez.
Aunque aún se encuentra muy lejos de tener una economía de libre comercio, la apertura económica cubana ha supuesto la creación de 8.000 mipymes en los últimos años, con una actividad que ya genera el 12% de PIB y proporciona empleo a un tercio de los trabajadores cubanos. La UE sigue siendo el mayor inversor en la isla por encima de Rusia y China y tiene previstos varios programas de financiación y formación para las empresas privadas.
