Opinión

Un mundo incomunicado

Días negros para Zuckberger, el creador de Faceboook. Desde hace semanas, una de sus ingenieras informáticas ha filtrado documentos e informes a grandes medios de comunicación, fundamentalmente el Wall Street Journal, con declaraciones en las que afirma que en la empresa, donde trabajó durante dos años, la prioridad es ganar dinero, más que atender a las necesidades de los usuarios de Facebook, Instagram y Whatsap, las empresas de comunicación tecnológica y redes sociales que hoy pertenecen al fundador de Facebook. Por otra parte, la Federal Trade Comission investiga a Zuckerberg por si hubiera vulnerado las leyes antitrust. Y, como último capítulo de las desgracias que aquejan al que un día fue joven emprendedor que, en un garaje, creó la red de comunicación más potente del mundo en ese momento, Facebook, un fallo tecnológico, o un sabotaje, han afectado a sus tres empresas durante seis horas, provocando un problema de incomunicación al casi el 50 por ciento de la población mundial: 3.500 millones de personas se quedaron impotentes ante el “silencio” de Facebook, Instagram y Wasap.

La avería, si fue una avería, se debió a un “error de configuración”, han dicho las fuentes oficiales de la compañía. No solo afectó la comunicación entre personas: en el cuartel general de Zuckerberg en Manlo Park, los trabajadores no pudieron siquiera entrar en la sede porque sus tarjetas electrónicas estaban inactivas y, los que se encontraban ya dentro, se vieron imposibilitados de circular en su interior por el mismo motivo, ya que los despachos solo eran accesibles a través de tarjetas de identificación.

Nadie da explicaciones suficientemente rigurosas, y la versión oficial -un fallo en las rutas de comunicación- no todo el mundo la considera veraz. Nunca se había producido una avería, si fue avería, tan larga en el tiempo y de tan graves repercusiones. Se calcula que en esas horas Zuckerbegr ha perdido en torno a 5.500 millones de dólares por la pérdida reputacional, con un dato doloroso para su compañía: Telegram, que ocupaba el lugar 56 en la lista de las aplicaciones gratuitas con mayor número de usuarios, en esas 6 horas se ha posicionado en el número 5.

Seis horas que, se puede decir sin exagerar, han cambiado el mundo. Porque en el mundo de las telecomunicaciones, que articula la vida de los ciudadanos de hoy, Zuckerberg es un ídolo, y este lunes aciago se le han visto los pies de barro.

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