Opinión

Talibanes en Qala-I-Naw

Para una generación de militares españoles Qala-i –Naw, la capital de la provincia afgana de Baghdis, es un nombre de referencia, por us participación en una o varias misiones en el exterior en un territorio hostil que ha dejado más de cien compañeros muertos en los accidentes del Yak-42, del helicóptero Cougar y en distintas misiones contra los talibanes. Los militares españoles, como suele ser habitual en este tipo de misiones en el exterior, lograron hacerse con la confianza de la población local, levantar un hospital, reparar o construir infraestructuras y garantizar su seguridad.

Qala-i-Naw ha sido la primera capital de provincia afgana que ha sido tomada por los talibanes en su ofensiva para hacerse con el control total del país ahora que Estados Unidos está ya de retirada y el próximo 31 de agosto completará su repliegue, once días antes de lo inicialmente previsto, en lo que el presidente estadounidense, Joe Biden, ha calificado como la guerra más larga. Y una vez más concluida sin lograr su objetivo. Afganistán, tarde o temprano y a la vista de la ofensiva talibán, volverá a ser gobernado por un grupo que utiliza la sharia como norma de vida y actuación política y que volverá a llevar a la población del país centroasiático a una nueva época de oscurantismo, de desprecio a las mujeres, a un nuevo narcoestado, a ser un estado fallido, a la abolición de las libertades. Ni las inocentes cometas manejadas por niños volverán a volar por el cielo.

Los últimos militares españoles destacados en Afganistán volvieron a España el pasado mes de mayo después de realizar misiones de instrucción al ejército afgano. Unas fuerzas armadas compuestas por unos 300.000 soldados, que no parece que vayan a oponer mucha resistencia al avance talibán que ya controla un tercio del territorio ante la desbandada de los militares afganos hacia países limítrofes.

Joe Biden pondrá fin a la presencia de Estados Unidos en Afganistán durante los últimos 20 años. Y, como afirmó la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, se está de nuevo “ante una guerra que no hemos ganado militarmente”. Y no solo eso. Informes de inteligencia de Estados Unidos prevén que los talibanes se pueden hacer con el gobierno en Kabul en el plazo de seis meses a un año, mientras se suceden las reuniones entre representantes oficiosos del gobierno afgano y de los talibanes.

La retirada de Estados Unidas que ha venido precedida de la de los militares del resto de países de la OTAN que han participado en las sucesivas misiones para estabilizar Afganistán, aboca al país a un nuevo episodio de guerra civil, de proliferación de señores de la guerra, de guerra de clanes étnicos y de venganza sobre las personas que han colaborado con las fuerzas extranjeras, muchos de los cuales formarán parte del repliegue del Ejército norteamericano.

Biden ha negado la posibilidad de que los talibanes recuperen el control de Afganistán. Es una declaración de intenciones que no se sustenta con la realidad que se vive en el país.

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