La irrupción de Donald Trump en la política estadounidense, y como consecuencia en la de todo el mundo ha supuesto un cambio de paradigma en muchos comportamientos y las consecuencias de su acción política y la forma de desarrollarlas han trascendido a su país. Esa sería su primera aportación, el “trumpismo”, un populismo de extrema derecha que pone en solfa los fundamentos de la democracia al cuestionar los resultados de unas elecciones limpias que perdió, que nunca reconoció haber perdido. que le llevó a inspirar el asalto al Capitolio, la sede de la soberanía popular de los Estados Unidos, y que ha causado una polarización en la sociedad estadounidense sin precedntes.
Donald Trump también se ha convertido en el primer expresidente que se sentará en el banquillo. En este caso, imputado por unos delitos relacionados con el pago por su silencio a una actriz porno con la que había mantenido relaciones sexuales que él niega, y cuyas declaraciones habrían tenido efecto en la campaña electoral de 2016 que se desarrollaba en ese momento. Si aun así el Partido Republicano decide mantener su candidatura para disputar la Casa Blanca a Joe Biden en las próximas presidenciales de 2024, será el primero que lo haga con opciones de ganar la primera magistratura del país cuando pesan sobre él acusaciones penales de las que tendrá que responder en los aledaños de la campaña electoral.
Pero no es solo el caso de Stormy Daniels, también esta pendiente de estudio un caso similar con otra actriz porno, el proceso abierto por el asalto al Capitolio, la petición para que en Georgia se falsificaran las actas electorales, la retención de papeles clasificados tras su salida de la Casa Blanca y los varios procesos abiertos por sus fraudes fiscales en su actividad empresarial. Por el caso Daniels puede ser el primer mandatario estadounidense que sea fotografiado de frente y de perfil como un delincuente y que comparezca esposado ante un juez.
Trump ha sido también el primer presidente de Estados Unidos en ser sometido a dos “impeachment”, además en su primer mandato, y todo en el plazo de once meses. El primero fue por su intento de obligar al Gobierno de Ucrania a anunciar la apertura de una investigación sobre el hijo del entonces candidato a la Casa Blanca, Joe Biden, y luego por “incitación a la insurrección”, por el asalto de sus partidarios al Capitolio con lo que trataba de impedir la ratificación de la victoria electoral de Biden,
Esta sucesión de primeras veces en las que Trump es protagonista aún puede verse ampliada en función de cual sea su reacción a la imputación que le ha realizado el fiscal Alvin Bragg, si se presenta o no voluntariamente ante el juez, o si decide volver a activar a sus partidarios en acciones de protesta por su detención que pueden derivar en actos violentos. Por el momento el Partido Republicano mantiene el cierre de filas en su defensa, le defiende como víctima de una “caza de brujas” de los demócratas y es su primera opción para enfrentarse a Joe Biden.
