Opinión

Victoria pírrica de Macron

El presidente de Francia, Emmanuel Macron salvó por la mínima la moción de censura presentada por el grupo parlamentario Libertades, Independientes, Ultramar y Territorios (LIOT) contra la primera ministra Élisabeth Borne tras la aprobación por un decreto presidencial del proyecto de pensiones que eleva la edad de jubilación de los franceses de 62 a 64 años. Solo nueve votos separaron la derrota de la moción que habría supuesto tumbar la ley estrella del segundo mandato de Macron al frente de Francia. Una diferencia raquítica que revela la situación de división en la que se encuentran los otrora poderosos gaullistas, un problema añadido para la aprobación de futuras leyes que proponga.

A pesar del fracaso de las dos mociones de censura presentadas -la otra lo fue por el partido de Marine Le Pen- los opositores a la reforma de las pensiones aún tienen alguna carta que jugar, pero es difícil que se lleven la baza. El recurso al Consejo Constitucional, una institución equiparable al Consejo de Estado español, podría derogar la ley si así lo deciden sus miembros, aunque es difícil que adopten esa decisión; y más lo es la otra posibilidad, la recogida de 4,8 millones de firmas que fueran tenidas en cuenta para revertir la decisión de Macron. Si por alguna razón la ley decayera, quizá se viera obligado a convocar elecciones legislativas anticipadas, un escenario que no desean los macronistas ni la mayor parte de Los Republicanos, porque tienen en contra el viento de las encuestas que sopla de popa para los intereses del Reagrupament National de Marine Le Pen.

Está previsto que el presidente francés se dirija al país en horario de máxima audiencia para tratar de calmar las protestas que se han sucedido en la principales ciudades francesas desde que decidió activar el decreto presidencial que hurtó el debate sobre las pensiones a la Asamblea Nacional, pero su intervención puede tener un efecto contraproducente dado que el setenta por ciento de los franceses se muestran contrarios al aumento de la edad de jubilación y de que los sindicatos se encuentran en estado de movilización y en algunos sectores, como el energético, están dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias e interrumpir el suministro de combustibles, que paralizaría el país.

Macron también puede hacer saltar el “fusible” que representa la primera ministra Élisabeth Borne, y con otro primer ministro dar un nuevo aire a su mandato, aunque no se estima que vaya a tomar esa decisión en los próximos días, que la dejará caer más adelante, y tratará de formalizar una alianza más sólida con Los Republicanos. Dada su situación en la Asamblea Nacional donde son la minoría mayoritaria, con los sindicatos en contra y con un malestar ciudadano evidente, lo que le resta de mandato hasta 2027 puede hacer muy tortuoso que saque adelante las reformas estructurales en educación, transición ecológica, justicia, inmigración o mercado de trabajo que tiene en cartera. 

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