Aún, cuando a veces él no se gusta, no se hace daño; se mira las manos y ve las de su madre; se mira los ojos, y son los de su padre.
En su memoria él se respeta… y sigue adelante.
Aún, cuando a veces él no se gusta, no se hace daño; se mira las manos y ve las de su madre; se mira los ojos, y son los de su padre.
En su memoria él se respeta… y sigue adelante.