Opinión

13 días y 500 noches

Si les dijera que el tiempo medio de crear una empresa en España es de 13 días, parecería a priori que estuviéramos en una situación privilegiada en términos de libertad económica y empresa. A partir de información oficial de entidades institucionales y fuentes acreditadas, y de la mano del Wall Street Journal, el Instituto de Estudios Económicos (IEE) publica el “Índice de Libertad Económica España”. Este organismo considera que la actividad empresarial es consustancial a la generación de progreso y bienestar de las sociedades. Es por esta razón por la que el derecho de libertad de empresa resulta una institución básica para lograr este objetivo, siendo muy significativo el tiempo medio necesario para la creación de una sociedad e iniciar una actividad empresarial.

Que el tiempo medio necesario en España sean 13 días, no significa que en ese periodo de tiempo se geste todo un proyecto de emprendimiento. Muchos meses atrás hubo que pensar y definir la iniciativa, sopesar su oportunidad, buscar socios, realizar las proyecciones de resultados, acceder a financiación, etc. Entre tanto trámite, la verdad, trece días no parece que sea una eternidad. Sin embargo, estamos todavía lejos de nuestro entorno con el que más nos identificamos. El citado estudio sitúa a España en el puesto 30 de los 37 países de la OCDE, una posición muy mejorable si la comparamos con países como Italia (6,7 días) o Francia (3,5 días).

Pero una cosa es darse de alta en Hacienda y firmar una escritura de constitución societaria, que puede hacerse con el empeño y diligencia del interesado, y otra cosa es enfrentarse a los posteriores retos burocráticos con los que hay que lidiar para que se produzca el inicio efectivo de según qué actividades. En un ejercicio de saludable voluntarismo, el gobierno gallego ha anunciado la “Ley de Reactivación Económica de Galicia”, que supondrá una “simplificación administrativa y facilitará la implantación de las iniciativas empresariales en la Comunidad”. Un elemento central de la norma lo constituirá la “simplificación de la tramitación”, cuestión que sin duda será muy bien acogida entre los emprendedores gallegos.

Según los datos aportados por la Consellería de Economía la iniciativa permitirá reducir sustancialmente los plazos de tramitación para aprobar determinadas actuaciones empresariales, poniendo como ejemplo la reducción de plazos de 23 a 12 meses en el caso de un parque eólico o de 14 a 8 meses en el caso de una gasolinera.

Personalmente, nunca intervine en la activación de proyectos de estas características, pero se me antoja un disparate antieconómico las cifras anteriores y francamente largas las derivadas de la nueva legislación. Sin pretender convertirnos en Nueva Zelanda, en donde en un día y 200 dólares puedes crear una sociedad, no creo que sea para echar cohetes que aquí podamos constituirla en 13 días y esperar 500 noches por la tramitación burocrática. Pero bueno, un avance, es un avance.

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