Isabel Díaz Ayuso arranca desde hoy su primer gobierno en solitario después de arrasar en las elecciones celebradas el pasado 4 de mayo. La presidenta de Madrid podrá gobernar y sacar adelante sus propuestas con holgura. Ayuso y Monasterio (Vox ha votado en bloque y favorablemente a la investidura) han sido calificadas de “sectaria”, “enemiga de la prensa”, “amiga de las grandes empresas”, “irresponsable”, la primera; y de “racista”, “homófoba” y “machista”, la segunda. Escasos argumentos para la política de moda, cuyo potencial parece no tener límites. Es por esta razón por la que ofrezco a quien quiera oírlas una serie de ideas de confrontación y oposición a una legislatura que se me antoja demasiado cómoda y que recojo de las medidas que la presidenta madrileña anunció un día antes de su reelección.
El nuevo gobierno estará formado por 9 consejerías frente a las 13 actuales, por lo que el Estado Autonómico se reducirá en un total de 4, más del 30%. En la línea desarrollada por Sánchez, que pasó de 13 (Rajoy) a 23 carteras ministeriales, la oposición madrileña debería de anunciar de inmediato la necesidad de incrementar el número de consejerías a también 23, bautizándolas como consejerías del pensamiento único, de colocados, o de la demagogia barata, entre otros nombres.
A partir de 2022, se pondrá en marcha el “cheque bebé”, por el que las madres cuyos ingresos sean menores a 30.000 euros recibirán 500 euros al mes desde el quinto mes de embarazo hasta que el niño tenga dos años. Esta impopular medida, que afecta como siempre solo a los ricos, debería anularse con urgencia para destinar sus fondos a financiar las nuevas consejerías antes propuestas.
Se tratará de ayudar al alquiler de viviendas incrementando en más de un 20% la deducción en el IRPF por este concepto (hasta 1.200 euros). Sin duda, hay que anteponer a esta medida, la propuesta por Unidas Podemos, es decir, la de intervenir el precio de los arrendamientos que, sin duda, hará que los propietarios acudan en masa a nutrir el parque de viviendas disponibles.
Anuncia la lideresa del PP la mayor bajada de impuestos de la historia de la Comunidad de Madrid, con una rebaja de dos puntos en todos los tramos del IRPF y convertir el tramo mínimo del impuesto en el más bajo de España. No cabe duda que habrá que neutralizar esta insolidaria medida acelerando una “armonización” fiscal que evite la competencia entre autonomías, en consonancia con el deseo del PSOE de subir los impuestos de Sucesiones, Donaciones y Patrimonio a los madrileños.
El mayor despropósito llega con el anuncio de la creación de un nuevo chiringuito, llamado Oficina Antiocupación, que reformará y agilizará las acciones dirigidas a combatir la ocupación ilegal de viviendas. Al contrario, lo que habría que hacer es hacer efectivo y potenciar el contenido del RD1/2021 del pasado 19 de enero, en el que se incluye la protección de los okupas vulnerables por mucho que hubieran cometido delito. Y de paso, animar a ocupar toda vivienda vacía que haya por delante.
Tantas cosas. Tan fáciles de hacer, para combatir y derrotar a Ayuso.
