Opinión

¡Aaay Macarena!

Un personaje de nuestra política nacional que ha mutado en fabuloso o en otra cosa de repente como si fuera un transformer de dibujos animados es Macarena Olona.

A mí el 4x4 transformer que se convierte de pronto en Mazinger Z o en un caza de combate me parece increíble, aunque pueda resultar entretenido visualmente para una aburrida tarde de sábado en la que no haya nada mejor que hacer que ver la tele y comer palomitas. 

Lo de Macarena Olona es algo parecido, solo que no es un efecto de Photoshop ni de la industria de Hollywood. Esta mujer ha pasado en un instante de perseguir a latigazos a los menas a invitarlos a cenar; de cantar “banderita tú eres roja, banderita tú eres gualda”, a promover un referéndum monarquía/república; y de reinvindicar el matrimonio convencional a defender a prostitutas. Tal como yo lo veo son mejoras bastante importantes y merecen todo mi respeto, pero como dije no me las creo. Es difícil creer a alguien que lleva toda la vida diciendo una cosa y de pronto dice la contraria. Si bien tampoco debemos de ser malos: todo el mundo tiene derecho a cambiar y si es para mejor, pues genial. Bienvenido sea lo bueno.

De niño me regalaron una vez un libro ilustrado de cuentos que en realidad eran fábulas clásicas de Esopo, Samaniego, La Fontaine, etc. Ahí aparecía entre otras la famosa fábula de Pedro y el lobo. Pedro era un pastorcillo de ovejas que se divertía engañando a sus vecinos ¡que viene el lobo, que viene el lobo! gritaba. Eso hacía que todos acudieran en su ayuda pero era mentira, solo era una broma inapropiada aunque Pedro con eso se partía de la risa. A la tercera o cuarta vez los vecinos, hartos de él, ya no acudieron a auxiliarlo pero entonces el lobo había venido de verdad y se comió a todas las ovejas del rebaño.

Pedro y el lobo es también otra historia distinta aunque parecida en algo, un cuento tradicional ruso muy bonito, de animales, recreado en clave musical por Prokofiev como una obra infantil destinada a enseñar a los niños los papeles que juegan los distintos instrumentos de una orquesta sinfónica. Una preciosidad. 

A Pedro lo representan los instrumentos de cuerda y al lobo los cornos. Esto me lo descubrió y enseñó siendo ambos chavales un querido amigo de Ourense, Luis Delgado, poniéndome el disco en su casa una tarde y explicándomelo en detalle. Cada personaje es un instrumento: el abuelo de Pedro es el fagot, los gatos son clarinetes, unos cazadores que también forman parte de la historia los timbales. Y así todo. Hay más personajes y más instrumentos.

Yo creo que Macarena Olona ¡Aaay Macarena!, tiene un cacao mental de tal calibre que no distingue los instrumentos de cuerda de los de viento, ni los de metal de los de percusión. 

Pero bueno, ella aun a pesar de eso... sigue cantando su canción.

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