Opinión

Artur Mas o la perrita Laika

Hace poco un catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad Autónoma de Barcelona explicaba en una entrevista en un diario nacional que la consulta programada por Artur Mas para dentro de cuatro días es tan delirante que Mas se parece más a Hugo Chávez que a Mas. Para ilustrarlo citaba por ejemplo el que las mesas electorales vayan a estar constituidas solo por voluntarios independentistas. Es como si el PP hiciera unas elecciones en las que en las mesas electorales solo hubiera representantes del PP y de ningún otro partido. Un disparate. Pero vale. Adelante.

Entre tanto el marcador luminoso de la Plaza de Sant Jaume en Barcelona sigue con su imparable cuenta atrás, contando los minutos y segundos que faltan para la consulta. Lo del marcador público resulta muy llamativo y al personal le gustan mucho esas cosas. Es como si la Generalitat el día 9 fuera a lanzar un cohete desde Cabo Cañaveral. A mí me recuerda todo un poco aquella genial y sarcástica película de Philip Kaufman "Elegidos para la gloria", basada en un libro de Tom Wolfe sobre los entresijos del "Proyecto Mercury" de los americanos para poner un hombre en el espacio antes que los rusos, algo que no consiguieron ya que el primer hombre en el espacio fue Yuri Gagarin. Los soviéticos también llegaron antes a la Luna, con naves no tripuladas.

La carrera espacial entre los EEUU y Rusia duró más de veinte años, de los 50 a los 70. En aquella locura primero se enviaron al espacio toda clase de animales no humanos, como la perrita Laika rusa que murió durante el regreso; o sus herederas Belka y Strelka que sobrevivieron aunque fallecieron pronto con graves secuelas. También se enviaron tortugas y otros seres a los que los humanos tratamos como si hubieran sido creados para ser nuestros. Los americanos se apuntaron a enviar monos como Albert I, Albert II, Albert III, Albert IV y así hasta Albert XXII. La mayoría también murieron. Y por fin un día, un año después del viaje de Gagarin, Alan Shepard fue el primer americano en viajar al espacio y John Glenn el primero en orbitar la Tierra.

Como en la divertidísima novela de Tom Wolfe puesta en imágenes por Philip Kaufman yo creo que Artur Mas es la perrita Laika de esta historia. No regresará vivo, pero un día un catalán pisará la Luna como Neil Armstrong y plantará allí la senyera. No lo dudo. ¿Y quién sabe? Entonces puede que podamos oír desde el espacio la voz metálica, convencida y autoritaria de Carod Rovira o quizá la de su fantasma, diciéndonos a todos: "És un petit pas per a l'home, un gran pas per a la humanitat. I per Catalunya. ¡Visca el Barça!" 

Estoy seguro de que como Kruschev, Rajoy se retirará de la carrera espacial. ¡Ay Messi!, ¿dónde te has metido, chico?, tú que eres argentino. No me extraña que estés así últimamente...

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