Según Ione Belarra, Irene Montero y Pablo Iglesias entre otros políticos por aquí, en la invasión de Ucrania “hay que apostarlo todo a la diplomacia”. Ignoro si estos tres políticos por los que algún día lejano sentí cierta simpatía son idiotas o tan solo pasaron por la universidad para tomarse unas copitas de chinchón en la cafetería mientras hablaban de Kierkegaard, aunque sospecho que no tenían ni idea de quién era Kierkegaard.
En la universidad estuvieron, desde luego, eso es innegable. Pero a mí me recuerdan una frase de Antonio Pacheco, pintor, tratadista de arte, maestro y suegro de Velázquez, a propósito de tantos pintores españoles que en el siglo XVII iban a estudiar a Italia porque Italia era la cuna del arte: “Muchos han pasado por Italia, pero hay pocos que Italia haya pasado por ellos.”
Pues estas dos chicas y ese chico a pesar de sus estudios universitarios se han quedado en Caperucita Roja, lo que tampoco está tan mal, tratándose de ellos eso ya es un mérito.
La verdad es que ya cansa decir obviedades. La diplomacia está muy bien, pero si yo tengo un vecino al que están aporreando la cabeza con un bate de béisbol, la diplomacia con el agresor no sirve de nada. Así que dejando aparte que mi vecino y yo sigamos dialogando con el agresor aunque sin ninguna esperanza, le presto a mi vecino un casco y por supuesto un bate de béisbol. Y si las cosas se ponen muy feas tendré que ir yo también con mi bate. ¿Es tan difícil de entender? ¿Es que estos tres nunca han estado en, o nunca han visto una pelea en la que el agresor no quiere dialogar? Es lo normal en los agresores. ¿O son tontos y creen que tienes que poner la otra mejilla hasta que te desgracien?
Tengo un amigo de Podemos que sostiene que Ucrania debería rendirse. No lo dice porque él sea prorruso o proputin, no lo es, sino porque honestamente cree que eso evitará más muertes y sufrimiento en la población ucraniana.
Es el argumento de Podemos, un partido que cada día parece más “No Podemos”, yo creo que ya deberían ir cambiándole el nombre.
Pero mi amigo al menos habla claro, no como sus colegas de partido que se escudan en esa idea de que armar a los ucranianos solo supondrá sufrimiento para ellos, obviando que el sufrimiento no solo viene de las balas. Y no mencionando lo que significa dicho argumento, que Ucrania debería rendirse. Es como una violación: no te resistas que es peor.
He intentado explicarle a mi amigo que él no pensaría eso si le tocara a su casa, a su familia, a su barrio ser invadido por unos tipos que nadie ha llamado. Pero no parece entenderlo. Creo que prefiere ser pacifista... desde la butaca de su salón.
Yo sigo pensando que si le destrozaran el salón con un misil, inmediatamente cambiaría de idea. En fin.
