El fundador de Tesla, Elon Musk, es ese señor que aparte de ser el tipo más rico del mundo acaba de comprarse Twitter para él solito pagando la friolera de 44.000 millones de dólares que además ha pagado ¡en efectivo!
A mi Twitter nunca me ha gustado, aunque subo los links de mis artículos allí siempre, pero nunca he hablado ni le he contestado a nadie en Twitter.
De hecho, la única vez que escribí un mensaje como tal en esa red fue hace muchos años cuando abrí la cuenta y Twitter tenía aun la limitación de caracteres a 140. Entonces lo hice solo para probar cómo funcionaba, y mi tuit fue este: “¿140 caracteres? Dudo que pueda escribir textos tan cortos”. Lo hice porque me recordaba humorísticamente aquella carta famosa, no sé de quién y no voy a buscarlo ahora, que empezaba diciendo: “Perdone que le escriba una carta tan larga, pero no he tenido tiempo de hacerla más corta.”
Elon Musk no es alguien a quien yo siga, pero hay dos detalles en esta historia que me llaman la atención.
Uno es el de pagar una cantidad como esa en efectivo. Eso es de paleto. Como el bruto que porque le han puesto una multa de cinco mil pesetas (perdonen que recurra a las pesetas a estas alturas pero resulta más gráfico) y está muy cabreado va a pagarla con un saco lleno de pesetas como si eso fuera una protesta. En realidad lo único que ocurre es que un inocente empleado del banco o de la institución correspondiente que no tiene la culpa de la multa ni de nada, tiene que pasarse varias horas contándolas. O como otra historia, la del payaso número dos que recibe una bofetada del payaso número uno y en venganza abofetea al payaso número tres.
Así que del pago en efectivo de Elon Musk deduzco que el millonario o bien no ha pagado muy a gusto, o bien quiere ir de graciosillo, o bien lo que dije al principio: que es un paleto. También hay paletos millonarios, créanme.
El otro detalle es de las declaraciones de este hombre diciendo que “Twitter debe ser políticamente neutral y molestar igualmente a la izquierda como a la derecha”. Aquí el millonario sudafricano vuelve a parecer de chiste, como aquel personaje de Forges que muy seriamente se declaraba siempre “apolítico de derechas”. Pero ser equidistante en política como sugiere este señor es imposible, eso lo sabe cualquier persona medianamente informada.
Twitter es una empresa de ámbito mundial pero de origen estadounidense, y por poner un ejemplo sobre este tema de la neutralidad, en Estados Unidos no existe ninguna izquierda política por lo que es imposible, al menos allí, ser equidistante entre izquierda y derecha.
Ahora intenten imaginar ustedes como se puede ser equidistante en los casi doscientos países y regímenes políticos distintos que hay en el mundo. Eso es más difícil que pagar 44.000 millones de dólares en efectivo.
