Opinión

Obispos y alfiles

Creo que en el ajedrez los alfiles representan a obispos, unas piezas que se mueven ágil y rápidamente en diagonal por todo el tablero. Que alguien me corrija si no es así.

El obispo de Tui-Vigo ha dado la razón a un cura de As Neves que en un bautismo se negó a admitir como madrina del bebé a una chica por ser madre soltera. Está claro que los obispos o alfiles, quién sabe lo que son, se mueven muy rápido en diagonal.

Yo tengo dos ahijados, chico y chica. Del chico soy el padrino aunque él no está bautizado. Así que soy un padrino nombrado por sus padres, pero no según la iglesia ya que el chico, que es ahora un hombre guapo, brillante, estupendo, no es católico. Vamos, que soy el padrino como Marlon Brando en la novela de Mario Puzo o en la peli de Coppola: el Padrino sin más.

De la niña, que ya es también una mujer con todas las de la ley, somos padrinos mi ex y yo, y en aquel caso sí que fue por la iglesia. Un bautismo católico, oficial, con agua bendita y todo eso. Fue en una preciosa capilla en las afueras de A Coruña, y el cura no se interesó en absoluto sobre si mi ex y yo estábamos casados, no lo estábamos. Pero firmamos los papeles correspondientes en la sacristía y punto. Aquel cura inteligentemente no preguntó nada. Dios tampoco.

Por eso no entiendo a ese cura de As Neves ni a su obispo. Me parecen ambos más preocupados por los padrinos que por el bebé, algo sorprendente en un bautizo.

Los padrinos antes eran una forma de salvaguardar económicamente al niño en caso de que sus padres desaparecieran del mapa y dejaran al crío solo, entonces los padrinos tenían que encargarse de él. Por eso casi siempre, si era posible, se elegían padrinos ricos. 

Hace tiempo conocí a una pareja un poco hippie que acababan de tener un bebé y le habían puesto de nombre “Garán”. Cuando les preguntabas de dónde venía ese nombre explicaban que lo habían inventado ellos juntando las primeras sílabas de sus nombres: Gabriel y Arantxa. Y añadían que como el niño no estaba bautizado no tenía padrinos, pero en cambio tenía tres tías a las que los padres llamaban cariñosa y humorísticamente las “Garán-tías”.

Hace mucho que los padrinos somos simplemente personas cercanas a los padres y al niño, nada más. Nos eligen porque los queremos, nos quieren y queremos al recién nacido. Nadie esperaría que en caso de una tragedia nos ocupáramos del niño, aunque si ocurriera claro que lo haríamos.

Pero el cura de As Neves y su obispo no saben nada de eso. Ellos solo saben de sus absurdas y retorcidas lecturas de misales. Y eso sí, de correr en diagonal, para eso son unos hachas de caray.

Ignoro si son padrinos pero apostaría a que no. ¿Quién querría padrinos así? Nadie.

Te puede interesar