Personajes Ilustres de España.
Hace una semana Antonio Ferreras entrevistó a Oriol Junqueras en La Sexta, una entrevista alucinante como un tripi de LSD y juro que yo no me había metido nada raro antes de verla.
Prestando atención a las tonterías que dijo, Oriol Junqueras resulta ser uno de los tipos más engreídos del planeta aparte de Donald (no el pato). Sospecho que eran colegas por Twitter hasta que Twitter le cerró la cuenta a Donald (no el pato).
Según este barcelonés de raza, los golfos apandadores del prusés, él incluido, no deberían estar en la cárcel o exiliados. Bueno, se autodenominan exiliados pero no son exiliados sino solo huidos de la Justicia.
Junqueras debió de haber estudiado en el seminario creo yo, ya que habla como un obispo y se comporta como un obispo. Hasta físicamente daría un buen obispo: orondo, sonriente, bondadoso, bésame el anillo... y esas cosas de obispos.
Para colmo le gustaría ser indultado, pero dice que en cuanto salga lo volverá a hacer. O sea que volverá a cometer el mismo delito. Vamos, que no entiende o no le da la gana de entender que lo juzgaron y condenaron por eso. Si insiste en que lo volverá a hacer, indultarlo sería de idiotas; como indultar a un ladrón que jura y perjura que en cuanto ponga el pie en la calle volverá a robar.
Nunca he creído en la capacidad de reinserción del sistema penitenciario. No creo que esté para eso. La cárcel es un castigo, la capacidad de reinserción está solo en uno mismo. Claro que en las sociedades actuales intentamos poner al alcance de los presos todos los medios posibles para que desarrollen esa capacidad de reinserción. Pero con algunos no funciona porque son tercos como mulas.
Además en esa delirante entrevista hubo un momento en el que el hombre se comparó a sí mismo con Nelson Mandela, lo que por unos segundos transformó la cara de Ferreras en las de Epi y Blas sucesivamente varias veces.
Oriol estuvo a solo un milímetro de compararse con Jesucristo. No lo hizo porque creo que se dio cuenta de que, con su físico, crucificado no quedaría muy bien. La imaginería pictórica y escultórica cristiana a lo largo de los siglos nos ha mostrado que Jesucristo era un hombre alto, atlético, muy guapo, de ojos bonitos, con un cuerpo y unos abdominales de lujo, una musculatura definida y una melenaza de vértigo. Y nada de eso encaja con Oriol.
A mí las aspiraciones independentistas de esa gente no me parecen mal. Que se independicen. Solo me llama la atención una cosa, y es que ellos nunca hablan del cincuenta/sesenta por ciento de catalanes que no están por la independencia. Y no entiendo como piensan arreglar eso ¿con un muro como el de Donald (no el pato) en la frontera de México? Porque México queda un poco lejos de Cataluña ¿no? No sé... la geografía no es lo mío.
