Opinión

Víctor Manuel

Con motivo del lanzamiento del nuevo disco de Víctor Manuel y al leer entrevistas con él estos días he recordado esto. 

Siempre me gustó Víctor Manuel, desde niño, quizá porque se llama como yo, Víctor Manuel, no sé. O porque un día, siendo él un chaval, ligó con una de las chicas más guapas e inteligentes de España, Ana Belén, y se casó con ella. En fin... bobadas que piensa uno cuando no tiene nada mejor en qué pensar.

A mis nueve años mi padre compró el primer tocadiscos que entró en casa, entonces se llamaban tocadiscos. Y uno de los primeros discos que tuvimos, un single por supuesto, y podíamos poner en él para escucharlo fue aquel de Víctor Manuel que tenía en una cara "El abuelo Vítor" y en la otra "Paxariños", con el cantante de Mieres en la portada sentado en la hierba con las piernas cruzadas junto a una guitarra. Bueno, ya no lo tengo. Equivocadamente renuncié a los vinilos en los ochenta cuando aparecieron los cedés. Fui de los primeros en hacer eso. ¡Qué error!

Víctor Manuel siempre me ha gustado, ya digo. Además siempre he admirado su discreción y la de Ana Belén. Especialmente con su vida privada. ¿O alguien los ha visto en el ¡Hola! alguna vez? No. Nunca.

Ahora con motivo del lanzamiento de este nuevo disco Víctor Manuel anda estos días en la prensa concediendo entrevistas. Algo que no hacía desde hace años. Lógico. La promo es la promo. Y en esas entrevistas aparece el Víctor Manuel que siempre admiré. Hablando sin tapujos y con agudeza sobre tantas cosas como por ejemplo el nuevo feminismo, el procés, el comunismo, la situación política española actual, etc. Y ¿saben? quizá Víctor Manuel sea para mi un icono un poco infantil y del pasado, ya digo que me enamoré de él cuando yo solo tenía nueve años y fue a través de un tocadiscos barato, pero cada día ese chico de Mieres me parece más lúcido y respetable. Así que casi firmaré todo lo que diga él sin hacer preguntas.

Como sabrán ustedes el nuevo disco de Víctor Manuel se titula "Casi nada está en su sitio". Una frase que contiene una reflexión bastante significativa. No sé si política pero desde luego interesante. Yo todavía no lo he escuchado, el disco quiero decir. Lo haré en cuanto pueda, pero entretanto ya saben: "España, camisa blanca de mi esperanza / reseca historia que nos abraza / por acercarse solo a mirarla / paloma buscando cielos más estrellados / donde entendernos sin destrozarnos / donde sentirnos y conversar. / España, camisa blanca de mi esperanza / aquí me tienes, nadie me manda."

Sí, seguro que a Víctor Manuel nadie le manda. Y al final, aunque yo solo sea una hormiga diminuta a su lado quiero creer que a mí, tal vez porque me llamo igual que él, tampoco me manda nadie.

Eso espero al menos. A ver qué. ¡Salud, gente!

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