Opinión

SEO, UNA NUEVA VOZ PLÁSTICA

Llega 'Seo' con sus cuadros a la sala de Visol, donde expone desde hace unos días sus mundos entrevistos. Con un amplio recorrido vital y un bagaje de docente de la filosofía se presenta Antonio Seoane. Donde el contenido es inmanencia, desarrollo de la razón más allá de la escolástica. Nace para el arte de Ourense en el mes de mayo, fecha de esta exposición auroral, y en otro quinto mes del calendario de 1970 nacía: mas nada ?nunca- es igual, pues las aguas del tiempo son otras, nuevas. Antonio se siente pintor desde los primeros noventa, cuando estudiaba en Santiago. Desde entonces todo deviene aprendizaje en el oficio de vivir. La antropología aplicada del doctorado le sirve para 'Torres habitadas, aproximación antropológica a la vida de faros', su tesina. Todo ello siempre con la poesía como maestra, siendo fundador y coeditor de Letras de Cal, colectivo emergente en la cultura gallega.


Tras las exposiciones individuales dedicadas a figuras del rostro (Cedeira), behetría (Fene) y retratos literarios (Monforte), trae Seo, desde Allariz, su 'Renacimiento Íntimo', una expresiva muestra de sus inquietudes plásticas y vitales.




El recorrido


Nos detenemos ante 'Mensajeros en el Lethes', o las hienas, una reflexiva obra en la que unos hombres africanos posan con estos animales, en medio de la llanura de A Limia con graveras y máquinas al lado del río del mito. En un árbol un búho dorado observa, con la arboleda al fondo. Desde el tronco también, ahora columna, nos interpela el Estilita yucateco, trasunto del gran santo eremita bizantino (próximo a Alepo, en esa Siria que se desangra desde hace meses), con flores al cuello, en una perspectiva en picado corregida que reduce la figura y destaca su rostro. Son los 'Icónicos', serie que se vincula a imágenes canónicas de la historia del arte (Ekerhard y Uta, las famosas estatuas medievales de Naumburgo, en la Sajonia alemana; o la Virgen de la Anunciación, de Martini). Otras de sus querencias son Velázquez, Tintoretto, Leonardo o Rubens, un potlatch plástico desde el que afirma su voluntad interpretativa o de introspección, como en los autorretratos (he aquí el hombre, dice con Sloterdijk). Relevante presencia es el bautismo de una mujer ante un Pope en el lago helado, escena de iniciación que repite en varias obras colocadas en buscado efecto, en contraposición a la exultante mujer pelirroja que bajo el cielo semeja emerger de las aguas lustrales en el otro lado de la sala.


El arte como necesidad interior, que diría Balthus. Así se puede apreciar en Circo, cuadro que no en vano preside la muestra, pues Seo estuvo un tiempo en el Circo del Arte. Fuente de libertad desde fines del XIX, el tema le acerca a Manolo Figueiras. Desde ella escribe de arte, con heterónimo, y también poesía, como lo expresa en el cuaderno de la exposición: 'cada despertar, un renacimiento; cada instante un cauce posible para el éxtasis'.

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